Si alguna vez has tejido y te has dado cuenta de que tu pieza no tiene la forma que esperabas, los bordes quedan torcidos o la lana no te alcanzó, ¡no estás sola! A todas nos ha pasado. El crochet es un arte hermoso, pero tiene sus trucos. Hoy quiero contarte sobre cinco errores muy comunes que pueden arruinar tu tejido y, lo más importante, cómo solucionarlos para que cada puntada sea perfecta.
1. No contar los puntos correctamente
Este es un error clásico, sobre todo cuando tejemos filas largas o proyectos grandes. A veces confiamos en la vista en lugar de contar cada punto, y el resultado es que terminamos con una labor que se va ensanchando o estrechando sin razón aparente.
¿Cómo evitarlo?
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Usa marcadores de puntos en el primer y último punto de cada fila para asegurarte de que no estás perdiendo ni añadiendo puntos.
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Cuenta tus puntos en cada fila, especialmente si estás aprendiendo una nueva técnica o patrón.
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Si sigues un patrón, revisa siempre cuántos puntos debes tener en cada vuelta o fila antes de avanzar.
📌 Consejo extra: Si te das cuenta tarde de que has aumentado o disminuido puntos sin querer, en lugar de deshacer todo el tejido, usa una aguja de lana para ajustar la forma o camuflar pequeñas diferencias.
2. Variar la tensión del hilo sin darte cuenta
La tensión del hilo es clave en el crochet. Si aprietas demasiado los puntos, el tejido quedará rígido y difícil de manejar. Si los haces demasiado flojos, la prenda puede quedar con huecos indeseados y sin estructura.
¿Cómo evitarlo?
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Antes de empezar tu proyecto, haz una muestra para comprobar que estás tejiendo con la tensión adecuada.
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Mantén siempre la misma posición en tus manos al sostener el hilo para evitar cambios en la presión.
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Si sientes que tu tejido está demasiado apretado, intenta cambiar a una aguja un poco más grande. Si es muy flojo, usa una aguja más pequeña.
📌 Consejo extra: Algunas tejedoras tienden a cambiar su tensión dependiendo de su estado de ánimo. Si notas que esto te pasa, trata de tejer en un espacio tranquilo y cómodo para mantener un ritmo constante.
3. No identificar correctamente el primer y último punto de cada fila
Si alguna vez has notado que los bordes de tu tejido quedan torcidos o irregulares, es probable que estés perdiendo de vista el primer y último punto de cada fila. Esto puede hacer que el tejido se incline hacia un lado o que los bordes queden en zigzag.
¿Cómo evitarlo?
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Siempre marca el primer y el último punto de cada fila con un marcador para no perderlos.
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Asegúrate de tejer en el punto correcto al comenzar y al finalizar cada fila.
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Si estás tejiendo en redondo, revisa bien dónde comienza y termina cada vuelta para evitar que la forma se deforme.
📌 Consejo extra: Si te das cuenta de que has omitido puntos al final de la fila, intenta agregar un punto extra en la siguiente fila para corregir la forma sin necesidad de deshacer mucho trabajo.
4. No elegir el tipo de lana o aguja adecuado
Muchas veces, el problema no es tu técnica, sino los materiales que estás usando. Cada proyecto requiere un tipo de hilo y aguja específicos. Si usas una lana muy gruesa para un patrón delicado, o una aguja muy fina con un hilo grueso, el resultado no será el esperado.
¿Cómo evitarlo?
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Lee bien las recomendaciones del patrón. Si indica una lana específica, trata de usar una de grosor similar.
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Si no tienes un patrón, haz pruebas con diferentes combinaciones de aguja e hilo hasta encontrar la mejor opción.
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Recuerda que cada tipo de hilo tiene una caída diferente. El algodón da estructuras más firmes, mientras que las fibras acrílicas o de lana tienen más flexibilidad.
📌 Consejo extra: Antes de empezar un proyecto grande, haz una muestra con la lana y aguja elegida para asegurarte de que la textura y tamaño sean los correctos.
5. No bloquear el tejido al terminar
Si después de terminar tu prenda notas que los puntos no lucen uniformes, que la forma no es la correcta o que los bordes se enrollan, es posible que necesites bloquear tu tejido. Este paso es fundamental para darle el acabado perfecto a tu labor.
¿Cómo hacerlo?
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Bloqueo con vapor: Usa una plancha con función de vapor o un vaporizador de ropa. Pasa el vapor suavemente sobre el tejido sin tocarlo directamente con la plancha.
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Bloqueo en húmedo: Sumerge la pieza en agua, escúrrela suavemente y colócala sobre una superficie plana con alfileres para darle la forma deseada. Déjala secar completamente.
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Bloqueo en seco: Funciona para algunos tipos de hilo. Consiste en estirar la pieza con alfileres sobre una superficie y rociarla con agua hasta que tome la forma correcta.
📌 Consejo extra: No todos los hilos reaccionan igual al bloqueo. Si usas acrílico, ten cuidado con el calor, ya que puede derretir las fibras.
Conclusión: Cada error es una oportunidad para aprender
Tejer es un proceso de paciencia y práctica. Cometer errores es completamente normal, pero la clave está en reconocerlos y corregirlos. Ahora que ya sabes cuáles son estos cinco errores comunes en crochet y cómo evitarlos, te invito a poner en práctica estos consejos en tu próximo proyecto.
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